Los restos de antibióticos plantean un problema importante para el sector lácteo ya que pueden inhibir o ralentizar los cultivos starter (iniciadores) en la elaboración del yogur y el queso, lo cual podría causar grandes pérdidas a la empresa afectada.
Otro problema muy grave de los restos de antibióticos es los efectos que tienen en la salud humana. Esos residuos pueden propiciar la resistencia a los antibióticos en las bacterias patógenas y causar alergia e hipersensibilidad en las personas.
Por lo tanto, las autoridades de un número cada vez mayor de países exigen pruebas adicionales e imponen límites estrictos sobre la concentración de restos de antibióticos con el fin de garantizar una leche más segura y de mayor calidad para los consumidores.
¿Cómo podemos ayudar?
Nuestros kits de detección pueden ayudar en el cribado de la leche en la granja o antes de descargarla en la central lechera. Así se minimizará la cantidad de leche que hay que desechar, se maximizará la relación coste-eficacia y se garantizará que los consumidores sigan valorando la leche como un producto sano.