Los nematodos están entre las principales causas de daños en los cultivos y de pérdidas de producción, y la imposibilidad de controlar su impacto para los agricultores es uno de los principales factores que arrasan cosechas.
Los nematodos son animales vermiformes simples con cuerpos cilíndricos, largos y delgados. Un puñado de tierra puede contener más de un millón de nematodos; la mayoría son más finos que el cabello humano y no se ven a simple vista.
Más de 4000 especies se alimentan de plantas, normalmente invadiendo sus raíces, aunque algunos se alimentan de bulbos, tallos, hojas o flores.
Se estima que el coste para los agricultores asciende a unos 360.000 millones de dólares al año
Daño invisible
Los nematodos se alimentan de las plantas mediante un órgano de la boca denominado «estilete», que es una estructura afilada parecida a una aguja con la que atraviesan la pared celular de la planta.
Cuando invaden el sistema de raíces de una planta, este ya no puede extraer suficiente agua o nutrientes del suelo; en el peor de los casos, la planta puede llegar a morir.
La alimentación de los nematodos quita agua y nutrientes a la planta:
Protección demostrada frente a nematodos
Para combatir los nematodos, los agricultores han usado tradicionalmente nematicidas químicos. Sin embargo, a la vez que crece la preocupación medioambiental, estas soluciones se están volviendo cada vez menos eficaces.
Los bionematicidas, por otro lado, pueden contener soluciones bacterianas que son robustas colonizadoras de raíces, creando una barrera física y bioquímica.
«La solución de Chr. Hansen produce resultados equiparables a los nematicidas químicos y nos genera incrementos asombrosos en la producción de caña de azúcar».
Agricultor de Brasil
Los microbios se alimentan de los exudados de la planta, lo que reduce las moléculas señalizadoras que atraen a nematodos y producen metabolitos, que son moléculas orgánicas que distraen a los nematodos de alimentarse sobre las raíces y protegen a la planta durante toda su vida.
Esto se traduce en mucha menos incubación e infiltración de nematodos. Los estudios llevados a cabo con nuestros socios han revelado una reducción en juveniles, hembras y huevos de hasta un 90 %.
Nuestros bionematicidas están disponibles para una amplia variedad de cultivos y también pueden combinarse con diferentes medidas de control siguiendo un tratamiento integrado de las plagas.